“Marcas en el territorio 2” corresponde a un políptico que se inicia con “marcas en el territorio 1”,
Esta acción de arte, se realizó sobre cadáveres de árboles quemados en la región de Aysén, Patagonia Chilena, (producto de los pavorosos incendios forestales que arrasaron millones de hectáreas entre los años 1920 y 1960 del siglo recién pasado. Holocausto medioambiental que destruyó el 60% del bosque original de esa región); sirviendo de base a la video-instalación interactiva que se propone.
La obra se plantea, a partir del icono elegido (en este caso) “el árbol quemado”, como una acción de arte materializada en tres fases procesuales:
La primera; la investigación de documentación histórica del hecho en sí y la toma de contacto en terreno.
La segunda; la acción de arte propiamente tal; esto es, la intervención sobre un conjunto de árboles calcinados.
Finalmente la trilogía se completó con la realización de un video que registra tanto lo procesual, como dicha acción performática.
El arte de acción, materializado en el Land-Art que se propone como expresión de un arte procesual, tiene su fundamento en la intervención en espacios abiertos recuperados con los filtros mediáticos. Registro que establece una relación del arte con las nuevas tecnologías y medios; "los medios de la era electrónica", derivado a múltiples practicas, que obligan a hablar de una nueva materialidad de la obra de arte, como también de un nuevo tipo de relaciones entre arte y ciencia. Un nuevo comportamiento del espectador ante el arte. Un espectador que en tanto que "utilizador" de un "sistema inteligente", ya no sólo se limita a intervenir intelectual o por comportamiento en la obra, sino que además participa interactivamente en ella. Comunicación implica diálogo; una forma de relación que pone a dos o más personas en un proceso de interacción y de transformación continua. La comunicación pone a todos los que participan, en una relación entre iguales.
La propuesta land-art "marcas en el territorio-2" se cierra con la realización de esta video-instalación-interactiva, reflejo de dicha acción de arte.
En la ordenación sintáctica se propone un espacio de percepción, un recorrido iniciático en el que el espectador busca la salida, una puerta de escape. Con un tiempo dilatado y la posibilidad de que lo mental y lo sensorial se reunan en testimonios que hablen de territorios, de desplazamientos… A través del encuentro con la presencia material y física de fragmentos, se propone un acercamiento a la “realidad”, haciéndose participe de ella. El trayecto es a la vez un refugio para habitar a su manera; en el que encontrar rincones, huecos, palabras, ventanas que hablan. Una invitación a circular (caminar) por lo que se ve y lo que no se ve. La escena como un lugar de pensamiento, de segundas lecturas. "Una estrategia de la resistencia".
El espacio expositivo consta además de la proyección simultánea de dos videos de gran formato; uno, registro de la acción de arte propiamente tal, y otro, representado por una profusión vertiginosa de textos de prensa escrita.
El acto simbólico a la vez que gestual de “marcar territorio” se traduce en la acción de acotar una espacialidad puramente mental, que nos ponga a resguardo de la intoxicación mediática a que es sometido el ser-receptor. Intoxicación que frustra en definitiva, cualquier capacidad reflexiva o crítica.
El proyecto "marcas en el territorio-2" se ha concebido como un laboratorio de ideas, en el que el espectador convertido en actor, debe negociar -a través de su impronta y su accionar- una posición dentro de la obra. Su acción actuará performaticamente (recordando las huellas de lo “no-significado”), quedando incorporada al espacio público, y por consiguiente sacándola del círculo cerrado y solipsista del anonimato. Lo que de alguna manera significa además, que el espectador convertido en protagonista, tenga la posibilidad de alterar parte o parte importante de las conclusiones del planteamiento original de la propuesta; convirtiéndose así en un performer más de la acción.
Con esta propuesta, que parte de éste icono elegido: “el árbol quemado” como símbolo y metáfora, se convoca a una reflexión ecológica, sociológica y política acerca de tres elementos fundamentales: Hambre, Guerra y Ecología; elementos éstos, determinantes de la actual coyuntura por la que atraviesa tanto la humanidad como este planeta que habitamos…
Así, desde una perspectiva social, el proyecto propone vías de reflexión comprometidas acerca del contenido de la propuesta, pretendiendo sensibilizar de manera semiótica y didáctica, a la vez que interactiva.
Video-Instalación interactiva "marcas en el territorio-2"
Duración 6,38 min. y 3,03 min.
“Senyals en el territori-2”. Convent Sant Agustí. Barcelona. España 2009
“Marcas en el territorio 2”. Se expone en el Museo de Arte Contemporáneo. Santiago. Chile. 7/08/09 al 20/09/09.
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